Tomar un baño caliente antes de acostarte es una excelente manera de relajar tu cuerpo y prepararte para dormir. El agua relaja y tranquiliza tu cuerpo, pero también hace descansar tu mente, lo que es fundamental para un buen descanso. Es muy importante vigilar que el agua no esté demasiado caliente ni demasiado fría, si no templada.
Puedes utilizar sales de baño especiales para la relajación. Las sales de lavanda son las mejores, representan un remedio natural contra el estrés y además ayudan a eliminar las toxinas del cuerpo. Sin embargo, si prefieres las soluciones caseras, siempre puedes bañarte en agua caliente con 200g de conos de lúpulo y 500g de salvado de trigo, todo ello filtrado antes de añadírselo al agua.
Para terminar de crear el ambiente de relajación, pon música clásica y enciende unas velas. No falla.