· Expectativas de sueño poco realistas (lograr 8 horas de sueño todas las noches).
· Conceptos equivocados sobre las causas del insomnio.
· Ansiedad de actuación debido al esfuerzo de controlar la cantidad y calidad de sueño.
· Amplificaciones de las consecuencias de una noche de sueño escaso (que no se podrá funcionar correctamente si se duerme mal una noche).
Para llevarlo a cabo, hay que darse cuenta de estas creencias erróneas y el profesional que nos trate nos ayudará a desarrollar ideas más positivas y menos intranquilizantes sobre el tema.
Si quieres más información sobre la ansiedad, puedes encontrarla en los foros de la web Aorana.